SOLAMENTE ES UN NÚMERO: QUINIENTOS
Buenos septiembres:
Volvemos después del periodo estival. Siempre cuesta la vuelta al cole y esto es algo parecido. Verano, pretemporada, mañana empiezo... Sin excusas. Mal.
Pero ya estoy aquí y es lo que importa. No me gustan los refranes pero "nunca es tarde", y menos cuando interesa "refranear". Adoro las contradicciones y ya deberíais saberlo.
Al fin (y al principio) y al cabo soy futbolista (eh, Gellida y Hovik) y eso es una gran excusa.
Recientemente (vamos ya al post) he cumplido quinientos partidos desde que abandoné las categorías inferiores del Real Madrid CF (gracias por tanto). No son quinientos oficiales porque los 35 partidos jugados en tercera división no cuentan (oficialmente) pero para mi es todo un logro. Es un ejercicio de ego, de "yo más", de "aquí estoy yo"... quizás. Seguro. ¿Y? Uno tiene que estar orgulloso de lo consigue y yo lo estoy de lo mío. Y lo que más me gusta es que los míos lo están también.
¿De qué sirve? De una manera que no sea espiritual, de nada. A nadie le vale más allá de unos "me gusta" (soy muy español) en las redes, de una camiseta firmada (para mi madre es, de todos mis compañeros, equipo técnico, equipo médico y algunos personajes más que se alegran y están día a día por el vestuario) pero el echar la vista atrás y recordar aquel primer partido en tercera división contra el Pinto en Pinto en que ganamos y empezó mi andadura "profesional" es muy bonito.
Años, compañeros, partidos, goles (menos que uno que marcaba muy pocos), momentos. Sobretodo momentos. Malos, buenos, irrelevantes (a primera vista, porque nada es irrelevante) y mucha vida. Orense, Madrid, Mallorca, Valladolid, Madrid, Coruña, Madrid, Calcuta, Eibar, Calcuta, Valladolid, Calcuta, Almería y otra vez Valladolid. Muchos sitios más de visita, muchos estadios, muchos hoteles, muchos autobuses, muchos aviones, muchas horas de autobús (muchas) y quinientos partidos, Liga, Copa, Champions, Uefa, Segunda, Segunda B, Tercera, India Super League...
Nada vale para nada y todo vale para mucho. Me encanta sentir esto. No lo puedo explicar, es un ejercicio de superación personal, de orgullo, de recompensa al esfuerzo, a las ganas, a la constancia.
NADA SE CONSIGUE SIN CONSTANCIA.
Nada. Es la base de todo. Dentro de treinta, cuarenta o cincuenta años (si llego) si alguien dice sí abuelo, historietas que no me creo, me dará igual. Yo sé lo que he hecho, lo que he conseguido, lo que no he conseguido, lo que me he esforzado, lo que he luchado y lo que he dejado escapar y por qué. ¡¿Qué problema hay!?
Soy consciente de que cada vez me queda menos y es cuando más estoy disfrutando de los entrenamientos, de mi profesión, de los partidos, de robar un balón, de dar un pase bueno, de la responsabilidad que tengo, de una "simple" victoria, de un aliento de un compañero, de la responsabilidad, de la presión. Si yo me lesiono estoy viejo y si un compañero de 25 se lesiona... está cargado. Hay que convivir con ello, ser consecuente, ser realista, ser... Ser.
No hago más que disfrutar de lo que tengo y de mi día a día, y llegar a quinientos partidos, aunque solamente sea un número, #molatodo como dice mi amigo Christian Gálvez.
Llenamos las redes de frases idílicas y luego no somos fieles a ellas. A mi me encanta lo que hago y lo disfruto y si no fuera así no sé qué haría. No tengo la experiencia para hablar sobre si mi trabajo no me gusta (tiene muchas cosas "no tan bonitas") así que no puedo opinar pero en mi cabeza está en el 501 y creo que ese es el camino.
CONSTANCIA, VITALIDAD E ILUSIÓN.
Feliz vida a todos
BorjaFF