Feliz Vida:

"Dícese del deseo hacia los demás para que sean felices siempre".

DESMONTAR LA BALANZA

DESMONTAR LA BALANZA

Buenos mediodías, tardes, noches, madrugadas, amaneces, despertares, días o lo que os toque:

Estoy cansado del consejo, que habréis dado en más de una ocasión, de poner las cosas en la balanza. Seguro que yo también lo he hecho, pero ahora pienso diferente. Por experiencias vividas y observadas. Confiad mucho en el poder de observación.

Una de las razones por las que no me gusta, es porque la balanza es interesada. No me gustan las decisiones interesadas y como son inevitables en muchas ocasiones, intento reducirlas al mínimo posible. Poner en la balanza, o hacer una lista de pros y contras, le hizo a Ross perder al amor de su vida y sufrir mucho durante un tiempo, cuando la razón más poderosa de todas y la que más feliz le hacía era “es que es Rachel”. Eso contiene mucho, engloba mucho. No quiere decir que no tengas que atender a los defecto o a lo que no te gusta de alguien. NO. Pero si eres capaz de decir eso, por ejemplo en el amor, de una persona, es que contiene tantas connotaciones positivas, que seguro que gana a que sea un poco pija y que tenga los tobillos gordos, como decía en los contras el protagonista de Friends. No os ciñáis a lo textual, es una manera de ponerse en situación. A ella no le gustaba que se echara tanta gomina, y le daba igual, por ejemplo.

Me gusta mucho tomar decisiones que pueden parecer irracionales, a ojos de los demás, y sin embargo son lo que mi mente necesita, lo que me pide el cuerpo para estar a gusto conmigo mismo. En ocasiones no son las mejores, o sí, a la larga. Aquí está el famoso “todo pasa por algo”, en el que no creo, y del que os prometo hablar en la siguiente entrada del blog. Pero volviendo a lo irracional, no sabemos qué pasa por la cabeza de una persona, nunca nos podremos poner en sus zapatos, ya que cada caso, por muy parecido que creamos que es, tiene variantes infinitas y particulares, muy particulares. Por eso no me gustan los ejemplos, porque muchas veces se sentencia con ellos, sin ser comparables o sin tener en cuenta las diferencias entre personas y/o casos.

Esas decisiones “irracionales” que es lo que te sale y lo que sientes, si las pones en la balanza de una manera objetiva, pensada y analizada, posiblemente pasen al platillo de lo negativo, ya que tendemos a la seguridad y lo desconocido nos da miedo. Ya la balanza puede ir en nuestra contra.

Otra razón por la que no me gusta la balanza, es porque no fluye. Si tomas una decisión después de poner todo en la balanza, no tiene flow. Me gusta el flow y aunque las cosas no fluyen por arte de magia, ya que hay que querer que fluyan y ponerse a trabajar en ello, creo que se fuerza demasiado de la otra manera.

¿Qué motivo tienes para poner tu decisión en los platillos de la balanza? Posiblemente hacerlo racional y quedarte tranquilo; que si sale mal, te puedes excusar con los demás diciendo que ha sido algo meditado y estudiado. Tenemos que quitarnos ese peso de lo que piensen los demás. Hablo en primera persona del plural porque yo me incluyo. Damos demasiada importancia a eso, cuando luego, nadie va vivirlo con nosotros, ni a sufrirlo con nosotros; solo a juzgarlo. Tenemos que quitarnos ese miedo. Bueno, quitarlo no, si no superarlo, saber convivir con él.

¿Creéis que si hacéis el ejercicio de pros y contras, seríais totalmente sinceros? ¿No obviaríais ciertas cosas, les restaríais importancia o le daríais más de la que tiene, a ciertos puntos? Yo estoy convencido de que sí. La balanza es manipulable.

Resumiendo, veo el ejercicio de poner las cosas en la balanza interesado, manipulable y como una excusa.

Por supuesto, que la vida está llena de decisiones prácticas cómo las inversiones; o a la hora de elegir el coche qué comprar, ya que depende mucho de si tienes familia numerosa o no, vives en la montaña o en el centro de la ciudad, etc.; o la alimentación adecuada para ti, o tu hijo. Pero si pones una hamburguesa en la balanza, nunca te la comerías por salud. Pro y si piensas en los sabroso y lo que la vas a disfrutar… ¿NO ESTAMOS PARA ESO EN LA TIERRA?

Me gustan las decisiones más sentimentales, más “porque sí”, más porque nos apetece. Esto puede parecer muy idílico (que lo es) y soñador (que también), pero os digo, que las decisiones más importantes, son a las que menos vueltas hay que darle y las que más nos tienen que salir de dentro. Hablo sobre mi propia experiencia y lo que hasta día de hoy he comprobado, en mis zapatos, que es lo que me funciona; con muchos errores también, por supuesto. Hay que aprender de ellos, pero aprender de verdad, no de boquilla, sin excusas. No sé que quiero, pero sé lo que no quiero, que cantaba Andrés Calamaro en Donde manda marinero.

CITA: “El hombre que pretende verlo todo con claridad antes de decidir nunca decide.”
Henry F. Amiel

Y recodad, que esta es solo mi opinión. Abrazo o beso de pandemia, según toque, y

FELIZ VIDA a todos

Borja FF

CUARENTAÑEADO

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LA ZONA DE CONFORT SON LOS PADRES

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